Un poco de música

jueves, 13 de noviembre de 2008

Un santo de carne y huesos...

Ayer José tomó coraje e hizo el primer aporte al blog planteándome una cuestión, gracias hermano, como posiblemente pueda resultar útil no sólo para José, decidí responderle aquí.
Creo que el libro que estás leyendo hermano, es El pobrecillo de Asís de Johannes Joergensen, se trata de una biografía que fue publicada en danés en 1907... Según lo que he podido leer este autor fue un buen historiador, pensador, poeta y periodista. Escribió varias vidas de santos, y tenía una especialísima simpatía por Francisco, justamente porque veía en él un profundo espíritu poético... No caben dudas se se trata de una buena biografía, pero todavía con características un tanto hagiográficas -diríamos hoy-, esto quiere decir que escribió la vida de un "santo", por más que haya intentado ser lo más "histórico" que pudo, no se preocupó demasiado en disimular "su" propia alma de poeta. Y la imagen que se puede recoger de una fuente bio-hagiográfica tiene mucho de rasgos exagerados que terminan siendo un tanto deshumanizadores... La vida de san Francisco de Raoul Manselli, escrita en 1981, tiene seguramente mayor valor histórico o historiográfico, que la de Joergensen. Pero recién en el 2002 Roberto Rusconi, otro historiador, escribe una pequeñísima biografía para un diccionario italiano donde distingue tres "nacimientos" para Francisco de Asís: 1181 nace Francisco de Pietro Bernardone, alrededor del 1205 nacería el "hermano" Francisco, y finalmente en el 1228 nace san Francisco -con la canonización-. De esta manera quería decir que es muy distinto hablar de cada uno de ellos respetando las propias características... Pasó algo así como que el hermano Francisco se tragó al Francisco de Pietro Bernardone, y san Francisco se tragó al hermano Francisco... Entonces la "imagen" o "las imágenes" que solemos tener de Francisco suelen ser más devocionales que reales... a fuerza de llenarlo de "virtudes admirables" perdemos la posibilidad de maravillarnos ante la semejanza entre Francisco y nosotros... Un problema que tiene casi 800 años...
Esta introducción me parecía importante como para enmarcar la respuesta a tu "cuestión"... jaja. Es muy probable que Francisco no se haya desmoralizado porque se le fue un hermano, para un megalómano insatisfecho -como lo calificó Dalarum hace unos años- la ida de un hermano cuando se acercaban cientos para entrar no es que le pueda haber generado tanto problema. Creo que la crisis fuerte de Francisco no haya que ubicarla en los primeros años, sino alrededor del 1220, después que llega de Oriente y se encuentra que "la gran masa de frailes" no entienden ni siguen "su" proyecto, entonces si la cosa fue dura. Este prolongado trago amargo-algo más de un par de años- creo que está muy bien dibujado por Eloi Leclerc en Sabiduría de un pobre. En este momento el "hombre" Francisco pelea con todo el deseo y las pocas fuerzas que le quedan una de sus últimas batallas, que como siempre, es contra él mismo, contra su instinto de "apropiación" a la obra que, si bien sabía perfectamente a quien pertenecía, todavía tenía que seguir reconociendo que en el proceso de encarnación de las ideas falta bastante más que "saber". Esos años de oscuridad, hoy diríamos sin temor "depresión", sacan lo mejor de Francisco: su decisión inclaudicable de vivir el Evangelio hasta el despojo más radical... Dios suele trabajar extraordinariamente con los medios más ordinarios... y más contradictorios... Estos hombres y mujeres que solemos llamar "santos", son muy parecidos a nosotros... quizás nos sacan ventaja cuando nosotros nos resistimos a dejarnos moldear por el Alfarero... quizás tengamos que aprender de ellos solamente el coraje de dejarnos hacer pedazos, aferrados al hilo finísimo de la esperanza que a pesar de todo Él nos va a sacar buenos... porque al fin y al cabo todos estamos hechos del mismo barro...

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